Así es como me considero, mercenario, voy donde el dinero me llama, una vez lei que los cocineros trabajábamos por 3 intereses, en el siguiente orden, 1º dinero, 2º sexo, 3º comida. Creo conocer a un par que trabajan por o para el 2º motivo, yo aun trabajo por el primero y si el 2º cae, bueno, bienvenido sea!, el 3º en realidad es relativo, pues créanme que un cocinero jamás nunca morirá de hambre, quizás de sobredosis, o alguna enfermedad de transmisión sexual, o por un hígado atiborrado de alcohol o drogas, pero de hambre no señor!.

El hecho de considerar mercenario es fácil, vamos donde la guerra sea fructífera para nosotros, nos desplazamos a lo largo del país y si es
necesario y podemos hacerlo, saldremos de el para trabajar fuera y luego volver con el pecho inflado a nuestro hogar por un par de semanas para volver al frente de la batalla (si no tuvimos victoria alguna en nuestra aventura fuera del país, de seguro eso cambiara durante el vuelo de regreso a casa, o en el preciso instante en que crucemos la frontera a chile, en ese minuto ya somos héroes, y traeremos una que otra historia que contar donde las cantidades se multiplicaran quizás) es así como vivimos, es así como creamos un nombre, ahora la pregunta que me hago es ¿así es como seré chef algún día? En realidad no lo se, creo que es algo relativo, pues existen chefs de renombre que han trabajado en uno solo lugar durante toda su carrera, bueno el destino no esta escrito, las masas están hambrientas, si tiene dinero, señor, soy su hombre y le jurare lealtad mientras la temporada dure, y los fogones de su cocina ardan!